jueves, 27 de septiembre de 2012

Santiago de Liniers: El héroe caído*


 En mi escritorio de trabajo, junto a las fotos de mi familia, se encuentra un pequeño portarretrato donde se destaca la figura de un noble caballero, “con todas las letras”, de origen francés llamado Santiago Antonio María de Liniers y Bremond, o sencillamente don Santiago, como le gustaba que le digan. Este auténtico patriota, condecorado con el Hábito de San Juan y la Cruz de la Orden Militar de Malta, fue Capitán de Navío de la Real Armada de España, Gobernador Político y Militar de los Treinta Pueblos de las Misiones Guaraníes, Comandante General de Armas de Buenos Ayres, y Héroe de la Reconquista y Defensa de nuestra “patria vieja”, frente a las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807.

Estos antecedentes le dieron el prestigio local para convertirse luego en el único Virrey (1807-1809) proclamado por el Cabildo y el pueblo de Buenos Ayres, en contraste a la pavorosa figura de su predecesor Sobremonte. Liniers fue ademas un hombre de profundas convicciones católicas; se encomendó a la Virgen de la Merced para repeler el ataque del protestante inglés, y en agradecimiento a la victoria alcanzada, le entregó las banderas del famoso Regimiento 71 de Highlanders Escocés.

Pero, un personaje de esa tesitura no podría durar demasiado frente al avance del liberalismo revolucionario de 1810. Como él mismo diría en su testamento antes de ser fusilado en Cabeza de Tigre (Córdoba) “Las manos que firmaron mi sentencia son las mismas manos que hace tres años me alzaron en vilo en la Plaza Mayor de Buenos Ayres, y que me transportaron así, sin que mis pies rozaran el suelo, hasta la Real Fortaleza (...); las mismas manos que hoy señalan el aparente inexorable camino que conduce hasta mi tumba (1)”.

Obviamente, sus convicciones morales y éticas lo obligaban a ser fiel a la figura del Rey de España, el inepto Fernando VII, siendo conocedor de los reales intereses más que políticos, económicos de los sublevados o “revolucionarios patriotas”, quienes dirigidos doctrinariamente por el nefasto Dr. Mariano Moreno (el Robespierre criollo), no vaciló ni un segundo en ordenar su fusilamiento, asi como el de quienes se opusieron a los acontecimientos del 25 de Mayo de 1810.

Desde luego que para Moreno, fusilar a Liniers le daría al mejor estilo Joseph Goebbels, la propaganda suficiente para que Buenos Aires intimide a las demás provincias a unirse a la Revolución, por supuesto con el liderazgo centralista de la “hermana mayor”.

Sin embargo, con el desastre de Huaqui (Bolivia) en 1811, Moreno cayó en desgracia y la Revolución empezó a tambalear. Solo con la llegada de San Martín tomaría nuevos ribetes independistas.

Lo peor de todo, más allá de la “historia oficial” que busca encubrir las verdaderas razones de la injusta ejecución de este héroe de la “patria vieja”, es que a Liniers lo mató la masonería. En una carta dirigida a su suegro Martín de Sarratea le reprocha el olvido de los principios que los revolucionarios atacan como “el trono”, “la justicia” y “los altares”, precisamente los objetivos claves del Iluminismo Masón como diría Santiago Roque Alonso en “Santiago de Liniers: El Primer Padre de la Patria”(2). Después de todo, vemos que la masonería triunfante con las ideas modernistas que hoy nos gobierna, con este chantaje político que es la partidocracia, comienza a mostrarse ante la sociedad como algo provechoso para el bien común, como hombres y mujeres llamados por los ideales de su “razón elevada”, a seguir los pasos del secretismo secular para atacar a la Iglesia, que es al fin y al cabo el último bastión a conquistar, si es que ya no lo han hecho.

Liniers fue un regalo del destino, fue quien quiso interponerse al perverso plan de conquista de los sectarios “albañiles”, constructores de lo que hoy constituye nuestra Nación Argentina. Su inteligencia y capacidad visionaria fue testigo de la incompetencia española para escuchar sus constantes recomendaciones en reforzar las defensas de las costas del puerto de Buenos Ayres, que cayó en manos del pirata inglés un 26 de Junio de 1806. Esa misma incompetencia se reiteraría nuevamente, por eso en una correspondencia dirigida a Vicente Echavarría el 14 de Julio de 1810, diría “ La insurrección de Buenos Ayres, la más atentativa al derecho natural y de gente que jamás se haya formado y aún la más contraria a los restos de la prudencia y de la combinación política” (3). Sus palabras no tendrían el eco esperado, vaticinando así el carácter casi improvisado y erratico de la Revolución de Mayo, que a fuerza de sangre y fuego se fue expandiendo por las provincias del Virreynato.

La primera sangre derramada fue la del propio Liniers, el 26 de agosto de 1810. La descarga de los fusiles ordenada por French bajo la inquisidora mirada de Castelli, segaría su vida para siempre. Se dice que el propio French le dio el tiro de gracia. Desde entonces el pueblo argentino aún mantiene una enorme deuda de agradecimiento con don Santiago de Liniers, por ser ejemplo de amor a Dios y a la Patria. Por algo es que sus restos mortales no descansan en el país por el que entregó hasta la última gota de su sangre, sino en su España adoptiva.

He aquí nuestro sentido homenaje a quien los nacionalistas le debemos gran parte de lo que somos y pensamos.

1) Torres, Felix A., “Santiago de Liniers – Sus Cartas desde la Historia 1809-1810”
2) Santiago Roque Alonso, Periódico Patria Argentina, Año XXIII, Nº 269, 12 de Agosto de 2010
3) Torres, Felix A., “Santiago de Liniers – Sus Cartas desde la Historia 1809-1810”

                                                                             Enrique Marañon (h)

*Publicado en revista "Milo", Nº 3, agosto del 2011

jueves, 20 de septiembre de 2012

LOS MASONES ¡VUELVEN!*

¡Uy!, ¡uy!, ¡uy!, qué miedo, vuelven los masones, pero esta vez ya no vienen a comerse vivas a las viejas beatitas que van a misa, y no solamente porque ya no hay viejas beatitas y si las hay no van a misa, sino porque ahora vienen vestidos con otro traje, aunque todavía no se sabe bien qué traen bajo el poncho.

Casi como un chiste los diarios han comenzado a hablar de ellos con todo respeto, dicen que es una institución sin fines de lucro, con una determinación altruista, filantrópica. ¿Cómo los rotarios?, preguntan los desprevenidos. Sí, contestan desde adentro, pero nosotros tenemos un secretito que no te lo vamos a decir, a menos que sigas al pie de la letra nuestras instrucciones.

¡Vamos!, a quién quieren embromar a esta altura de la suaré. Digan qué se traen entre manos, muchachos. Porque, una de dos, o pretenden convertirse en una superestructura política y social para desde ahí hacer sus chanchullos, digamos como fueron en una época los demócratas cristianos en Santiago (también llamados demócrata cretinos, demonios cristianos o, directamente, la secta), en cuyo caso habría que desearles todo el éxito del mundo. O verdaderamente creen que la guerra que iniciaron en contra de la Iglesia y lo que ella defendía está lejos de ser ganada y entonces habría que suponer que no saben nada de historia o que nunca han visto un programa de televisión en el que aparezca algún cura, para darse cuenta de que esa batalla la ganaron hace mucho.

En una provincia que carece de una clase dirigente sólida, fuerte, extendida y numerosa, con instituciones constitucionales que por definición tienen una esencia débil, casi nula movilidad social, dependiente del tesoro nacional y con solamente dos o tres ricos muy ricos asomando la nariz por encima del resto, es lógico que un grupo de pensamiento desee constituirse en un factor de poder, se llame como se llame. Si no hay otros grupos al frente que atajen, a ese conjunto de gente -dadas las circunstancias- no le sería difícil llegar hasta las más altas instancias de poder en Santiago. Y mantenerse allí apelando a todos los recursos a su alcance, tal como lo hicieron los demócratas cristianos, durante un tiempo más o menos prolongado de épocas recientes. Debería ser gente cuyas conversaciones y decisiones sobrepasen el nivel de las tenidas del Rotary o el Club de Leones y vaya un poco más allá, buscando conseguir adeptos en el resbaloso campo de la política práctica, de los punteros ¡báh!

Porque lo otro es más difícil de creer. Reflotar el viejo espíritu de la masonería, sus guerras, sus fobias, sus cánticos a la paz universal y su refutación de los dogmas que verdaderamente interesan de la Iglesia, es tarea que cualquier obispo hoy la realiza mucho mejor que cualquier masón, digamos de la talla de Domingo Faustino Sarmiento. Además, ¿qué queda por demoler institucionalmente en la Iglesia o en la familia?

Pero hay algo más. Una condimento se podría agregar a este asunto. Y es el siguiente. Desde hace un tiempo los diarios de Buenos Aires y de las provincias, así, como al pasar, lanzan nuevas historias de la masonería, siempre resaltando que todos los presidentes anteriores a Hipólito Yrigoyen lo fueron, y José de San Martín también, como para que nadie se saque esa mecha repetida tantas veces que ya harta refutarla. Los diarios de provincia sacan a flote periódicamente las mismas historias. Es como si se hubiera iniciado una conscripción de nuevos masones. Aquí y allá surgen notas, casi siempre escritas con el candor de periodistas novatos, que ponen el grabador ante quien sea y luego vuelven a la redacción a desgrabar, casi sin ganas, como si fuera una notita más, la feria de platos de la parroquia, un curso de repostería, el parte de prensa de la municipalidad. Y en el medio ellos, los masones (¿qué?, ¿quiénes?, ¿qué son?, ¿tengo que presentar documento para hacerme?, ¿tienen obra social?, preguntan algunos).

Y no es lo mismo. No es como si el Lawn Tennis o el Jockey Club un día descubrieran que se han quedado sin socios y tienen que salir a la calle a buscarlos. No es casual que varios diarios y revistas al mismo tiempo comenzaran una recluta de adeptos, total, no pasa nada, ¿has visto, querida?, salen en los diarios y todo, así que el jueves voy.

Algo huele feo detrás de esta movida. Si alguien sabe qué es lo se viene, que avise. Nosotros, por las dudas, nos preparamos.



                                                                                     Néstor Núñez
 
* Publicado en revista Milo Nº 3, agosto del 2011

miércoles, 12 de septiembre de 2012

EDITORIAL MILO Nº 3


El nacionalismo y la revolucion cultural

Los nacionalistas argentinos tenemos por delante no solo el tremendo desafío de construir una herramienta política que nos permita poner al Estado al servicio de la Nación; sino que además, y a tenor del tremendo impulso que en los últimos tiempos ha tomado la revolución anticristiana, debemos arbitrar los medios para librar una guerra de índole cultural.

 En efecto, no solo la sociedad política esta controlada por los gerentes del Poder Mundial; sino también lo esta la denominada sociedad civil.

Esto se ve claramente en el ámbito de la cultura y especialmente en los “think tanks” (o como corresponde, “laboratorios de ideas”); lugares en donde predominan las tendencias disolventes de la contracultura neomarxista y gramsciana.

Estas expresiones ideológicas financiadas por el supracapitalismo, a pesar de su apariencia contestataria, no son más que los últimos detritos del Iluminismo; y como tales su función principal es la de corroer el Orden Natural e impedir cualquier reacción en contra del Sistema de Dominación.

Es por esta razón que los nacionalistas nos vemos en la obligación de realizar en forma perentoria, y con los modestos medios a nuestro alcance, diversas acciones de resistencia frente a una cultura hegemónica y totalitaria de signo adverso.

Es cierto que en el pasado el nacionalismo logró mucho en el ámbito de la cultura, sobre todo en el terreno historiográfico, sin embargo hoy todo ello se ha perdido.

Prueba de lo que afirmamos es la aceptación – o por lo menos la falta de reacción- por parte de nuestra sociedad de las numerosas leyes anticristianas hoy vigentes (incluyendo las por venir), así como la decadencia del sistema educativo y la podredumbre que divulgan los medios de comunicación.

Salvo rarísimas excepciones, que en general son marginales, todo lo que actualmente se respira en el ámbito de la cultura esta contaminado.

En todas las producciones culturales campea el más crudo materialismo, antropocentrismo e inmanentismo.

Muy poco queda de la cosmovisión trascendentalista y teocéntrica que moldeo nuestra cultura fundacional y nuestro Ser Nacional.

La revolución anticristiana, desatada con la locura francesa de 1789, ha ido destruyendo una a una las instituciones cristianas y los valores que vertebran a toda sociedad sana.

Y si bien la tarea la comenzó el liberalismo decimononico y la masonería; a partir de la segunda mitad del siglo pasado fue el marxismo el que gradualmente ha ido desmantelando la mentalidad católica de las sociedades occidentales y el sentido común del hombre moderno.

Instigadores de esta faena fueron hombres como Antonio Gramsci y los miembros de la escuela de Frankfurt, Max Horkheimer, Teodoro Adorno, Herbert Marcuse y compañía; los cuales advirtieron que la revolución bolchevique no triunfaría, ni se mantendría en el poder, si antes no destruían el sentido común de la humanidad y eliminaban aquellos vestigios de cultura cristiana que aun quedaban en el siglo XX.

A partir de entonces todos los ataques contra la Fe y el orden natural tienen como principales ejecutores a estos personajes que generalmente ocultan su ideología haciéndose llamar progresistas; y que en nombre de los derechos humanos y de la libertad han impulsado la destrucción de la familia, el matrimonio homosexual, la liberalizacion de las drogas, el aborto, la eutanasia y el auge de todo tipo de aberraciones e inmoralidades.

De modo pues que la tremenda crisis moral por la que atraviesa nuestra sociedad no es una simple y coyuntural corrupción de las costumbres sino el resultado de la aplicación de doctrinas que promueven una verdadera revolución cultural de contenido anticristiano. De ahí la necesidad de encarar con seriedad una labor cultural destinada a difundir y defender la Verdad y la Belleza, dos de los nombres del Dios que odian los revolucionarios.

De más esta decir que plantear esto no significa desentendernos de la militancia política; a tenor del conocido adagio: formación para la acción, en la acción.

Efectivamente, si queremos que el Estado argentino se ponga al servicio del bien común y de los intereses nacionales tenemos que incidir en el ambiente en cual se forma la clase dirigente de nuestro país. Y dado que nuestros políticos no vienen de otro planeta, sino que salen de esta sociedad, de este pueblo, y de esta cultura; no tenemos otra que enfocarnos en esta tarea.

Recordemos que en el orden natural de las cosas la política domina a la economía, y a su vez la cultura determina a estas dos. Por eso los gobiernos y los planes económicos pueden pasar fácilmente, mientras que la cultura queda. Y esto es tan así que hasta el enemigo lo comprendió.

Edgardo Atilio Moreno
En la madre de ciudades

jueves, 6 de septiembre de 2012

SOLUCIONES A LA CONTAMINACION EN EL FRONTAL*

Un pais en serio posee una direccion politica fija y definida. La Argentina no tiene un  modelo economico estable y sus relaciones internacionales en estos momentos estan enfermas y con trastornos de bipolaridad. En pocos años se ha pasado de las "relaciones carnales" con los Estados Unidos a una mutacion deforme de unos pobres panegiricos del regimen chavista; es decir que se precisa de manera perentoria de una politica con objetivos claros y definidos (como Brasil), con modelos de desarrollo a largo plazo que logren trascender las contingencias politicas de turno, y como consecuencia sean generadores de proyectos para una estructura que sirva a la Nacion por varias generaciones.

Quizas las obras que se proponen en esta nota no den redito politico electoralista (ya que ontologicamente las esencias son invisibles a los sentidos), empero responden a las necesidades estructurales de la supervivencia y el desarrollo de una Nacion.

El dique frontal de Rio Hondo fue concebido para que dure 200 años cuando se lo proyectó; con las tasas de colmatación actual su vida util se redujo a los 70 años, de los cuales ya se han cumplido 35.

El dique es una obra de gran envergadura concebida para la atenuación de crecidas, el suministro de riego y agua potable, la generación de hidroelectricidad, el favorecimiento del turismo y el desarrollo ictícola. El lago se reparte entre las provincias de Tucumán y la de Santiago del Estero.

Pero este espejo de agua recibe desde hace años un doble ataque en simultáneo, la Contaminación y la sedimentación.

Respecto a la primera, el avance se produce por el ingreso de residuos del proceso industrial de la caña de azucar (Cachaza, Vinaza y Melaza), con altos valores de DBO ( 7,000 a 20,000 mg. /lt.), es decir la cantidad de oxígeno requerida, para estabilizar la materia orgánica contenida en aguas contaminadas o aguas industriales residuales, que pueden descomponerse por la acción de microbios aérebicos, en definitiva sería la cantidad de oxígeno absorbido por un residuo en descomposición, lo provoca obviamente un rápido agotamiento del oxigeno en el agua, destruyendo flora y fauna presente.

Tambien hay sobreabundancia de nutrientes como el fosforo y el nitrógeno provistos por la contaminación lo que favorece la reproducción de forma exagerada de algas que consumen el oxigeno disuelto en el agua con desprendimiento de acido sulfhídrico causante de olores nauseabundos.

Ademas se ha detectado el derrame de contaminantes con presencia de metales pesados sobre el rio DP2 desde la Minera La Alumbrera. Se detectó aportes de metales pesados como el cobre, cromo, plomo y mercurio en valores superiores a los tolerables, que se comportan como inhibidores biológicos en la sangre.

Existen ademas.actividades estacionales de contaminacion como las vinculadas a la industria azucarera y citrícola, y otras que son permanentes como los basurales a cielo abierto.

Las actividades y los responsables de la contaminación están perfectamente determinados e individualizados.

La contaminación de la cuenca Salí-Dulce afecta no solo el riego y la ganadería en Santiago, sino que pone en peligro el ecosistema de la laguna Mar Chiquita, además de la contaminación del Río Salado a través del canal de Jume Esquina con lo cual estará afectada la Provincia de Santa Fe.

La solución a este problema debe ser en el origen mismo de la contaminación. Hay dos variantes:

a) Cada punto de contaminación (ciudad, industria) debería contar con su propia planta de tratamiento de efluentes, pero al ser una inversión alta en cuanto a su construccion y sus operaciones, que ademas no tiene retorno directo en la producción de bienes y servicios, los industriales son reacios a ejecutarla. Conceptualmente el proceso de tratamiento de los efluentes consiste en grandes piletones en donde reposa el efluente a tratar. Con el aporte de grandes cantidades de aire se devuelve el oxigeno perdido al agua que contiene el efluente contaminado. En realidad para este proceso solo se requiere el oxigeno del aire, por lo tanto para industrias con terreno de poca envergadura se podría usar oxigeno liquido con vaporizadores para inyección directa.

b) La construcción de una gran planta de tratamiento de efluentes en que todas las empresas, ingenios, citrícolas y actividades contaminantes deriven mediantes canales o conductos sus efluentes para que sean tratados antes de ser volcados a los ríos y arroyos. Los parques industriales en todo el mundo cumplen esa función, la ventaja de esta opción es que abarata los costos con el consecuente beneficio en la producción.

Las soluciones técnicas son concretas y fáciles en cuanto a su concepcion, por lo tanto el problema no radica en este punto. Es cierto que no son baratas en términos de inversión, como tampoco son de bajo costos ciertos delirios expresados en tribunas políticas como el tren bala, que en cuanto a prioridad como infraestructura no debería ni ser tratado como proyecto.

Hay grandes problemas estructurales como el inminentecolapso de la matriz energética nacional, que en términos reales de tiempo estamos a punto de una implosión por falta de inversión en la generación, trasporte y distribución de energía eléctrica.

El gran problema para poner en marcha una solución definitiva a la contaminación del lago es netamente político, es decir hay que hacer aplicar con rigor la ley con las consecuencias que fueren, multas onerosas o clausura de la actividad económica generadora de contaminación, con la consecuente erradicación de una cultura industrial desaprensiva y peyorativa hacia al medio ambiente.

El sistema de multas a aplicar deberían servir a un fondo de reparacion y el dinero usarse para obras de saneamiento de la cuenca y el lago, o bien para solventar los gastos de mantenimiento de oxigenación del lago: este sistema ha sidopuesto en marcha en ríos como el Támesis o el Sena. Es decir que se podría implementar balsas flotantes con inyección de oxigeno al espejo de agua, este producto consumible (oxigeno) podría ser mantenido por este fondo común. Las multas tambien podrian servir para obras básicas como el control de la sedimentación del lago.

La manera de encarar el problema seguramente será diferente si los santiagueños se convencen de que el medio ambiente no es una herencia que recibimos de los padres, sino un préstamo que les han dado sus hijos y que como tal lo deben administrar de manera consciente, responsable y sustentable en el tiempo. Si no se piensa de esta forma la actual generacion podria quedar ante la historia como la responsables de haber contribuido a la formación de un nuevo sistema como el del Riachuelo en el norte, como resultado de la conjunción acción (de contaminar) /omisión (falta de acciones correctivas a la contaminación ).

La sedimentacion

El embalse ha perdido capacidad de almacenamiento por la colmatación. Los valores varían de 10 al 17% según informes oficiales con posibilidad de llegar a un 35 % según información suministrada por la Universidad Nacional de Santiago del Estero. La colmatacion se debe a los sedimentos arrastrados por los ríos y que llegan al lago llevados por sus respectivos cursos de agua, la tasa de colmatación es del 1,033% anual en promedio llegando los últimos años a un 2 % a tal punto que el río Salí formó un delta por deposición de material en su desembocadura perdiendo su cauce natural. El mecanismo generador de la sedimentación se inicia en las subcuencas de las cuales el 45% desemboca en el lago.

El lago esta a 200 metros sobre el nivel del mar, el pedemonte a 400 metros de altura y a unos 5500 metros se encuentran los picos de las elevaciones. En los cerros se origina lluvias muy intensas, la gran pendiente con que cae el agua provoca una importante erosión, originando la degradación de la montaña que se disgrega de manera continua. Lluvias de 2800 mm anuales provocan que el suelo disgregado fluya al rio con gran energía. La única barrera natural que existe ante esta avalancha de material solido es la rugosidad del terreno que en este caso es la vegetación ubicada en el pedemonte y que de manera irresponsable se tala para los cultivos, el agua al contener sedimentos rocosos es mas abrasiva con lo cual disgrega el suelo del pedemonte que en su mayor parte es arcillosa.

Para este otro problema las posibles soluciones serian enprimer lugar no permitir la deforestación por una parte, y por otra, forestar de manera inmediata las altas cuencas de los ríos. Ademas de las 22 subcuencas se deberían controlar al menos 3 que son las que arrastran un 60% de los sedimentos. Otro trabajo a encarar seria la construcción de defensas, pircas y presas en lugares adecuados en donde se vea que es más conveniente. Esta tarea además se puede realizar con vecinos a traves de programas manejados por la nacion, lo que aparejaria una generación genuina de trabajo en lugares con mucha desocupación. Una vez realizada las obras de control de sedimentos, se podrá evaluar el dragado y refulado del embalse para alargar su vida útil.

Fijnalmente existe la alternativa del vaciado del embalse para extracción de sedimentos.

 ING. CARLOS ALBERTO ZERDA 

 *Publicado en revista Milo Nº 2, junio del 2011